La magia romaní está profundamente arraigada en su cultura, y este folklore se ve de una manera diferente a las culturas occidentales típicas. Para los romaníes, es una parte de su estilo de vida que se transmite de generación en generación y, como tal, es apreciada por la generación actual. Si tienes la suerte de conocer a alguien de ascendencia romaní, vale la pena preguntarle cortésmente sobre sus raíces y aprender más sobre la historia mágica de su familia.

Prueba la magia Romaní con este hechizo de amor

Al practicar magia, es importante no interferir con el libre albedrío de otra persona. Por lo tanto, este hechizo de amor de la cultura romaní es una opción segura para principiantes. Promueve el coraje dentro de la persona amada para declarar su amor sin usar magia para interrumpir su libre albedrío.

No se desanime si su objetivo no profesa su amor por usted; puede que no signifique que la magia no funcionó, sino que la niña de tus ojos no está enamorada de ti y tal vez es la magia la que te dice que es hora de seguir adelante.

En general, la cultura romaní está llena de perspectivas interesantes y valiosos conocimientos que se han diluido a lo largo de los siglos debido a la persecución. Mientras continúas tu viaje educativo a través del misterio que es la cultura romaní.

«Esto debe hacerse a la misma hora los siete viernes consecutivos, terminando en el más cercano a la Luna Llena (antes de que la luna se llene, no solo después). Tome una vela rosa y marque seis anillos a su alrededor, a la misma distancia aparte.

 Esto le dará siete secciones de una vela. Encienda la vela y diga el nombre de la persona que cree que lo ama. Luego diga: Gana, quédate conmigo en todo lo que hago. Gana, por favor tráeme un amor que es cierto. Dale la fuerza para expresar con palabras sus sentimientos y canta como la canción de los pájaros.

Piensa en la persona por unos momentos, piensa en ellos viniendo a ti y declarando su amor y luego repite el canto. Siga haciendo esto hasta que la vela haya quemado el amanecer hasta la primera línea. Luego apague la vela (pellizcándola, nunca soplando) y guárdela hasta la próxima semana. En la última semana, sigue así hasta que la vela se apague sola”.